Problemas de erección: ¿cómo resolver la impotencia masculina?
¿Tienes problemas de erección? Si tienes erecciones al despertar por las mañanas o cuando te masturbas, no hablaríamos ni de impotencia ni de disfunción eréctil, ya que el problema no está en la función propia de la erección, sino en qué sucede en el encuentro íntimo que hay cuando estás con tu pareja.
A veces, los problemas de la erección vienen de la misma ansiedad, de querer quedar bien, de querer dar la talla. El problema es que al pensar en la erección, dejas de pensar en el deseo por tu pareja y en las sensaciones de placer.
A veces, en las relaciones sexuales, creemos que tenemos que hacer las cosas de una determinada forma y ahí es cuando se genera el lío, ya que la lógica del deseo es incompatible con el deber y las obligaciones. En el momento en el que creemos que tenemos que hacer una actuación determinada en la cama es cuando vienen los problemas de erección.
¿Qué hacer para resolver los problemas de erección?
¿Se puede disfrutar de la intimidad en pareja sin una erección? Hay veces que centramos la atención tanto en los genitales que nos impide disfrutar de todo lo demás. Es como el viejo dicho de que los árboles no nos dejan ver el bosque. Es posible que si centramos la atención en todo lo demás y obviamos la parte más genital, el deseo venga de manera espontánea y por lo tanto la erección no tardará en llegar. Cuanto menos busques la erección, más la encontrarás.
Es posible que por eso, durante la masturbación no tengas problemas de erección, porque estás centrado en las sensaciones propias del placer. Seguramente cuando estés solo te sea más fácil tener una erección con mayor consistencia porque hay menos distractores y te tocas exactamente de la forma en la que tú quieres tocarte, porque te conoces muy bien.
Por eso es importante que tu pareja conozca qué te gusta y sobre todo cómo te gusta. Es muy importante comunicar a tu pareja qué es lo que te erotiza para que así se pueda contar con toda la información y buscar el deseo sin atender a la ejecución. Para ello, es preciso un espacio de exploración mutua, de tanteo, donde cada uno explore al otro mientras que éste comunica qué le gusta.
En conclusión, una vía para salir del lío de la pérdida de la erección puede ser alejarse de las performance y de las coreografías de lo que se supone que debe ser una relación sexual normal y al uso. Así, damos lugar al juego de hacer simplemente lo que apetece sin que la relación sea un examen que hay que pasar. La erección vendrá de manera inevitable, pero lo curioso es que ya no andaremos buscándola. ¡A jugar!